El verdadero anarquismo es el que define Emma Goldman: "El anarquismo significa la liberación de la mente humana del dominio de la religión. La liberación del cuerpo humano de los dominios de la propiedad. La liberación de los grilletes y las restricciones gubernamentales. Significa un orden social, basado en la libre agrupación de individuos."
Es un concepto puro, simple, perfecto, embriagante. Al leer estas líneas por primera vez, me convertí en un fiel anarquista, algo tan sólo similar a este concepto sería mágico, pero al analizarlo fríamente, noté la imposibilidad de aplicarlo en nuestra sociedad.
Este movimiento filosófico es erróneamente relacionado con el comunismo/socialismo, puesto que en él, se plantea una verdadera libertad basada en la igualdad, los individuos son libres para agruparse o asociarse con sus iguales, y distribuir la riqueza producida por el trabajo del grupo entre sus integrantes por igual. Por su parte, el comunismo/socialismo es la farsa más grande en la historia de las ideologías; el simple planteamiento de igualdad no puede estar relacionado con un contralor. En esta ideología, el Estado controla toda actividad económica, no la población, no los individuos, es un simple modelo de opresión.
Sin embargo, sí tienen aspectos en común, pero no en cuanto a fundamentos ideológicos, sino a su aplicación. Vivimos en una sociedad en constante desarrollo, en la que el capitalismo es la bandera, una sociedad que brinda comodidades, una organización que brinda protección, una sociedad que da al hombre una verdadera posibilidad de superación.
Para aplicar esta ideología es necesario sacrificio, es necesaria una revolución, y las revoluciones implican sangre, un fin tan hermoso no puede ser alcanzado por medios atroces. La auténtica libertad requiere sacrificio y dolor, si bien la mayoría de las personas piensan que quieren libertad, están erradas, la mayoría de la sociedad global aspira, anhela, el cautiverio de un orden social rígido, plagado de normas, en el que el materialismo reine, la única libertad que el hombre quiere es la comodidad, y esa es la meta por la que debemos luchar.